Romper con un pasado.
La vida a veces nos acompaña como un pesado lastre que llevamos cargado sobre nuestras espaldas y, llegamos a acostumbrarnos de tal manera a ello, que no somos capaces de darnos cuenta del esfuerzo que soportamos ni del deterioro que nos provoca.
La vida a veces nos pone a prueba y dificulta la toma de decisiones por miedo.
Miedo al qué dirán, miedo al que pasará a partir de ahora, miedo a hacer o hacernos daño, miedo a salir de nuestro frecuentemente llamado “espacio de confort”.
¡¡Miedo!!, miedo!!, miedo!!… y dejamos que pase el tiempo sin hacer nada por miedo.
Pero, la vida a veces nos da la oportunidad de romper con lo establecido y nos abre, de par en par, sus puertas para darnos la opción de elegir otros caminos.
Tras más de medio siglo de vida he podido comprobar que, la vida a veces es como la felicidad, esa sensación que, de vez en cuando, tenemos a lo largo de nuestra existencia y nos alimenta y da sentido a nuestra vida.
La vida es para ser feliz, para disfrutar de todo lo que nos ofrece y de lo que nos hemos ganado con esfuerzo y trabajo.
La vida a veces es sólo un momento, o un conjunto de pequeños momentos.
“La vida es para usarla”, me dijo mi amigo Fulgencio y que razón tiene.
Ricardo López Rubio.
Datos EXIF : D750 - ISO 100 - 50 mm - f/5.6 - 1/640