Satisfacción personal.
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Hoy, 13 de Julio de 2016, mientras me encuentro reposadamente sentado en el sillón del despacho de casa, delante de mi ordenador y recogiendo la suave brisa del ventilador de techo que refresca toda la estancia, intento escribir unas cuantas palabras con las que dar forma y algo de sentido a una intensa experiencia vivida.
Hoy se cumple una semana de haber conseguido el mayor reto personal, solidario y deportivo de mi vida.
Hoy me encuentro en paz y con la satisfacción personal suficiente de alguien que ha conseguido una meta muy trabajada, muy sufrida y muy buscada.
La satisfacción personal que colma el alma, el cuerpo y el espíritu y es la encargada de dar forma y sentido a mi vida.
Ella es la que hace que cada día luche por superar todos los obstáculos que se me presentan y afronte el camino con fuerza y segura determinación.
Por eso mi vida está llena de retos, de metas, de nuevos proyectos e ilusiones que me hacen ver la vida, cada día, como si fuera una nueva carrera o una nueva etapa.
Hoy hace una semana que, junto a mis amigos y compañeros de equipo, hice cumbre en el techo de la Península, el Pico Veleta en Granada.
Los recuerdos se me acumulan uno tras otro. Muchos de ellos no saldrán a la luz. Son vivencias muy íntimas y personales y tan sólo el esfuerzo y la entrega realizada son los únicos testigos de todos y cada uno de esos recuerdos.
Esa voluntad ha servido para darme cuenta de hasta dónde podemos llegar si nos lo proponemos de verdad.
Todo es cuestión de trabajo, de confianza en uno mismo, de máxima entrega, de mucha paciencia, de grandiosa constancia y de desprendido esfuerzo….
“Nadie me dijo que era imposible y por eso lo hice” me dijo mi querido Jon.
Este era mi sueño, mi ilusión, mi reto y tenía que hacerlo. Me ha enriquecido mucho como persona y proporcionado un nuevo sentido a mi vida y a reconocer el esfuerzo y la perseverancia como valores fundamentales en la vida de las personas y en la propia.
Todos tenemos nuestros límites pero, honradamente creo que, pocos hemos llegado a comprobar hasta donde podemos llegar.
La desmotivación, el cansancio, la dejadez y otros muchos obstáculos, nos limitan y nos detienen a las primeras de cambio en nuestro camino y hacen que claudiquemos y pongamos fin a nuestros sueños.
La continua búsqueda de motivación, el saber sufrir, el tener paciencia y saber valorarnos es la gran fuerza que nos hace continuar a pesar de todos los inconvenientes que se presenten en nuestro camino.
Esta vida merece la pena vivirla gracias a los sueños. Nos aportan felicidad y el sentido a nuestra existencia. Cada uno los tiene o busca de manera diferente. Lo importante es alimentarnos con ellos.
“Cuando los sueños marcan el rumbo,
y es el corazón el que pedalea,
llegamos donde nunca imaginamos.”
Dedicado a todos los que han estado presentes en mí esfuerzo, que son muchos.
A Mariela, a Pablo, a mis padres, a Pedro, a Pepe, a Luis, a Paco, a Agustín, a Carlos, a Damián, a Lola, a Jesús, a Montse, a Fulvio, a....
A Mariela, a Pablo, a mis padres, a Pedro, a Pepe, a Luis, a Paco, a Agustín, a Carlos, a Damián, a Lola, a Jesús, a Montse, a Fulvio, a....
Ricardo López Rubio
(Datos EXIF - X100S - ISO 200 - 23 mm - f/8 - 1/250 sg.)
(Datos EXIF - X100S - ISO 200 - 23 mm - f/8 - 1/250 sg.)