Al otro lado.
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Quien más, quien menos, alguna vez nos hemos preguntado que nos aguarda tras esta vida.
Una pregunta que admite todas las respuestas posibles puesto que cada una de ellas puede ser perfectamente válida.
Somos libres de pensar y creer lo que deseemos e imaginarnos un futuro determinado, si es que lo hay, en cualquier otro lugar.
No tenemos límite alguno, podemos elucubrar cualquier respuesta que nos planteemos y es por esto que esta cuestión sea una de las más debatidas por el ser humano a lo largo de la historia.
Nos han ido apuntando desde pequeños varias posibilidades en función de nuestro comportamiento, nuestra religión, nuestra ideología, etc.
El cielo, el infierno, la reencarnación, un paraíso y así una multitud de posibles respuestas, todas válidas, aunque ninguna de ellas demostrada ni contrastada, evidentemente.
Lo que no cabe duda es que a todos los seres humanos, de una forma u otra, esta cuestión nos resulta interesante e intrigante.
Pensar en un “más allá” no es una quimera dado que, como he dicho anteriormente, todo puede valer y sólo está, en cada uno de nosotros, creer una cosa u otra.
Tal vez la vida sea un apeadero en el que estamos esperando a que llegue nuestro “tren”, pero del que no sabemos nada acerca de cuándo va a llegar ni adonde nos va llevar.
En nosotros está saber aprovechar ese “tiempo de espera” para que no resulte tediosa nuestra estancia en este lugar de paso.
¿Que hay tras esa puerta? ¿Hay alguien al otro lado?
Una pregunta que admite todas las respuestas posibles puesto que cada una de ellas puede ser perfectamente válida.
Somos libres de pensar y creer lo que deseemos e imaginarnos un futuro determinado, si es que lo hay, en cualquier otro lugar.
No tenemos límite alguno, podemos elucubrar cualquier respuesta que nos planteemos y es por esto que esta cuestión sea una de las más debatidas por el ser humano a lo largo de la historia.
Nos han ido apuntando desde pequeños varias posibilidades en función de nuestro comportamiento, nuestra religión, nuestra ideología, etc.
El cielo, el infierno, la reencarnación, un paraíso y así una multitud de posibles respuestas, todas válidas, aunque ninguna de ellas demostrada ni contrastada, evidentemente.
Lo que no cabe duda es que a todos los seres humanos, de una forma u otra, esta cuestión nos resulta interesante e intrigante.
Pensar en un “más allá” no es una quimera dado que, como he dicho anteriormente, todo puede valer y sólo está, en cada uno de nosotros, creer una cosa u otra.
Tal vez la vida sea un apeadero en el que estamos esperando a que llegue nuestro “tren”, pero del que no sabemos nada acerca de cuándo va a llegar ni adonde nos va llevar.
En nosotros está saber aprovechar ese “tiempo de espera” para que no resulte tediosa nuestra estancia en este lugar de paso.
¿Que hay tras esa puerta? ¿Hay alguien al otro lado?
Ricardo López Rubio
(Datos EXIF - D7100 - ISO 100 - 46 mm - f/3,5 - 1/2000 sg)
(Datos EXIF - D7100 - ISO 100 - 46 mm - f/3,5 - 1/2000 sg)