Olvido.
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Resulta sorprendente como variamos nuestro patrón de conducta al referirnos a un mismo término.
A menudo, al hablar de la expresión olvido, nos enfrentamos a una doble tesitura, como si fuera un si o un no determinante.
Tendemos unas veces a querer recordar cosas, es decir, intentar no olvidar y en cambio en otras muchas ocasiones nuestra tendencia es al esfuerzo por olvidar.
Aplicando un símil informático es como cuando ejecutamos un filtro de toda la información de la que disponemos. Esa información son nuestras vivencias en las que unas “suman” y otras “no suman”.
Considero esta actitud, a mi modo de pensar, un gran error.
Nuestra vida está dispuesta en torno a la suma de recuerdos que nuestro cerebro ha sido y es capaz de retener.
El intento de borrar o procurar olvidar no es más que necrosar una gran parte de nosotros mismos y saltar ese capitulo de nuestra vida no es más que renegar de la identidad que poseemos.
Y es que somos lo que somos por todo nuestro pasado, por lo que formamos y construimos en el presente y por lo que proyectamos y ambicionamos para nuestro futuro.
Ricardo López Rubio.
(Datos EXIF - D7100 - ISO 100 - 56 mm - f/5,6 - 1/100 sg)